SANT ANTONI Y SU LEYENDA
Sant Antoni nació en Egipto entre los siglos III y IV, se considera el patrón de animales de cuatro patas como: caballos, burros, mulas... y de todos los animales domésticos en general. La leyenda explica que, cuando el santo veía un animal herido, lo curaba. Así un día se encontró con un pequeño cerdito, al que curó de sus heridas y desde ese momento, santo y animal fueron inseparables, por eso popularmente se le conoce como Sant Antoni de "los cerditos" o de "los burros".
Según la biografía narrada por San Atanasio de Alejandría, Sant Antoni, era un monje cristiano que contaba con tan sólo 20 años cuando sintió la llamada de Dios. Vendió todos sus bienes y las regaló a los más necesitados, por lo que se retiró a una cueva donde pasaría largos años de su vida.
Cuentan las leyendas que el diablo se le apareció en diferentes ocasiones y lo tentó con diferentes visiones, aunque Sant Antoni siempre se resistió. Pero una noche un grupo de demonios lo asaltaron y le propinaron una tremenda paliza. Al día siguiente, también por la noche, los demonios volvieron a la cueva convertidos en mostelas para seguir mortificando al santo. Dios lanzó una especie de halo de luz que atemorizó a los demonios que no volvieron a aparecer. Este hecho se propagó tan rápido por todas partes, dando lugar a una gran cantidad de seguidores.
Este santo se representa con una cruz acompañado de un cerdito, con un libro dentro de una cueva, o con un bastón del que cuelga una campana.
En honor a este santo, en torno al día 17 de enero se realizan una série de celebraciones festivas tanto en Artá, Manacor, Muro, sa Pobla, Pollença, Inca y en buena parte de otros municipios de la isla. Por la noche se realizan fogerons, se disfruta de una gran torrada, se cantan glosas o se toca la "ximbomba" y se disfrutan de productos típicos como la "espinagada". Al día siguiente se realizan "ses beneïdes", donde se bendicen a los animales.
En honor a este santo, en torno al día 17 de enero se realizan una série de celebraciones festivas tanto en Artá, Manacor, Muro, sa Pobla, Pollença, Inca y en buena parte de otros municipios de la isla. Por la noche se realizan fogerons, se disfruta de una gran torrada, se cantan glosas o se toca la "ximbomba" y se disfrutan de productos típicos como la "espinagada". Al día siguiente se realizan "ses beneïdes", donde se bendicen a los animales.