domingo, 28 de noviembre de 2021

   EL DRAC DE NA COCA






Son muchas las leyendas que rodean la ciudad de Palma y una de las más populares. 
Cuenta la leyenda que en el siglo XVII un temible dragón vivía en el laberinto de cloacas de la ciudad. De noche sembraba el pánico entre la población, ya que devoraba a quien se pusiera a su alcance. Aquellos pocos que con suerte lograron escapar a la voracidad de la bestia. 
La descripción que hacía del monstruo helaba la sangre de los más valientes. 

Enorme, recubierto de escamas, la cola serpenteante y reptando sobre sus cuatro patas.
Una noche llegó a Palma el caballero Bartomeu Coch, gobernador de Alcúdia, para visitar a su enamorada. Al pie de la muralla hizo resonar la aldaba de la Portella adentrándose en el recinto amurallado de la ciudad hasta la casa de la dama que cortejaba. Mientras los dos hablaban amorosamente, apareció la fiera en medio de la oscuridad de la noche. Inmediatamente el capitán sacó su espada e hirió de muerte al dragón, que arrastró hasta la ventana de su amada, ofreciéndoselo como prueba de su amor. 

Adornada o no por la imaginación popular, la historia dicen que sucedió. Y de hecho, en el Museo Diocesano se expone el ejemplar momificado de la leyenda del Dragón de Na Coca, una donación que hicieron los descendientes del Capitán Coch a principios de siglo XX. Justo enfrente del museo, podrá encontrar también una escultura de un dragón trepando por las paredes de un edificio.



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