CUEVAS DEL CASTELL DEL BELLVER
¿Sabéis que debajo del castillo de Bellver hay unas cuevas?
Bueno en realidad no son cuevas como tal sino que son unas canteras. Esta cantera mide aproximadamente unos 40.000 metros cuadrados de donde se extrajo la mayoría de marés para construir el castillo Aunque tan sólo 340 metros cuadrados pueden recorrerse. Se encuentran a una profundidad de 40 a 60 metros por debajo del castillo.
La mayoría de los palmesanos pensamos que la piedra sacada de esta cantera era para construir el castillo pues resulta que estudios recientes como el de Pedro Galiana no descartan la posibilidad de que la cueva hubiese sido excavada con una finalidad estratégica. Ya que el propio rey Jaime II (impulsor de la construcción del castillo de Bellver) perseguido por su hermano, el rey Pedro III, en 1278 tuvo que huir por las cloacas del palacio de Perpiñán. Hay leyendas que dicen que en el palacio de la Almud aina había un pasadizo que conducía directamente al mar, pero también túneles desde el propio castillo al Palacio de la Almudaina o al Paseo Mallorca. Es posible que el rey Jaume mandaría construir este túnel para poder huir del castillo en caso de ser sitiado. ¿Entonces las marcas que hay en las piedras ya colocadas en el castillo no responden a un taller o a un mismo maestro de obras?
El terremoto que hubo en Palma en 1851, pudo ser el causante de los
importantes desprendimientos en la cueva, muchos de los pilares que hay en la cantera fueron construidos por militares en 1936 para evitar el hundimiento. Todo el tiempo que el castillo estuvo en manos de los militares las cuevas sirvieron como polvorín.
Otros usos de esta cantera a partir de 1937 fueron depósito de gasolina y polvorín e incluso se guardó la colección del
Cardenal Despuig.
Encontramos grafitis con las firmas en diferentes idiomas de soldados.
Justo
debajo del patio de armas del castillo de Bellver hay un péndulo. Por
tanto si estamos en el interior de la cantera y nos colocamos debajo del
péndulo sabemos que sobre nuestras cabezas está situado el pozo y el
patio de armas del castillo.
La utilización de un gran número de
prisioneros de guerra, permitió realizar una gran remodelación en un corto
periodo de tiempo.
En el bosque de Bellver hay una pequeña ermita conocida como ermita de San Alonso Rodríguez. Alonso Rodríguez fue jesuita y considerado el primer santo mallorquín. Se dice que en una de sus subidas al castillo mientras acompañaba al Padre Borrasá, el cual era confesor de Joana de Pacs, se quedó rezagado por la fatiga y la Virgen se le apareció para secarle el sudor de la frente. Allí es donde actualmente está construida esta ermita. También existía una leyenda de que había un túnel que comunicaba esta ermita con el castillo.
Arxiu municipal de Palma: "Bellver 1300-2000, 700 anys al castell", Ajuntament de Palma,2001.